viernes, 16 de marzo de 2012

Tipos de quemaduras.


Quizás ahora mismo no todo el mundo sepa reaccionar ante quemaduras de distintos grados, por eso quiero hacer esta entrada, por si alguna vez os encontráis en un incendio y sufrís quemaduras, para saber qué hacer y para que sepáis información sobre estas.

Hay varios tipos de quemaduras, y cada uno requiere una serie de posteriores cuidados.

Quemaduras térmicas

  • Quemaduras de primer grado: Piel enrojecida.
  • Quemaduras de segundo grado: La parte interior de la piel (dermis), se quema, formando ampollas con un líquido claro en su interior.
  • Quemaduras de tercer grado: La piel está carbonizada y los músculos, vasos y huesos puede que estén afectados.
Quemaduras eléctricas

  • Quemaduras superficiales: Debidas al calor y a unas posibles llamas posteriores a una fuga de corriente.
  • Otras quemaduras: Son producidas por un posible chispazo de un cable de muy alta tensión, son realmente peligrosas.
  • Quemaduras totalmente eléctricas: Se llaman de este tipo porque la corriente actua de forma total en el cuerpo, produciendo daños graves en órganos y tejidos de todo el cuerpo. Puede producir una parada cardiorespiratoria e incluso la muerte al instante.

Quemaduras químicas

Estas no tienen tipos ni secciones, son muy simples (pero no por ello menos peligrosas); se producen cuando la piel entra en contacto con un ácido o una base potente, algún líquido de producto industrial o de laboratorios.


Si alguien sufre una quemadura grave, ¿qué hago?

  1. Suprimir el fuego, o si el afectado está en llamas, enrollarlo con una manta y tirarlo al suelo para darle muchas vueltas.
  2. Hay que enfriar mucho la quemadura, rociandola con mucha agua de temperatura no muy fría, entre unos 15/20ºC.
  3. Cubrir las quemaduras con sábanas limpias y a ser posible con compresas estériles.
  4. Cubrir al herido con una manta, para evitar el enfriamiento del cuerpo en general.
  5. Posicionar sentado o acostado al herido no teniendo contacto las quemaduras con la superficie de apoyo.
  6. Avisar a servicios de urgencias.
  7. Evacuación inmediata del herido.


Daniel Ruiz Villa.


martes, 13 de marzo de 2012

Anomalías raras en medicina.


  • Síndrome del hombre lobo: La frecuencia de que esta enfermedad suceda es realmente imposible, hay 40/50 casos documentados en todo el mundo. La causa, desconocida. Se piensa que es una mutación que sigue una herencia autonómica dominante. La mayoría es de herencia familiar y, muy raramente, la mutación se da de forma espontánea. Las personas que lo padecen están completamente cubiertas por un vello lanudo largo excepto en las palmas de las manos y de los pies. La longitud a la cual puede llegar el vello es de 25 centímetros.
  • Cola humana: Es también muy rara, solo hay 100 casos documentados en todo el mundo, la causa no se conoce en profundidad. Se cree que se produce por la mutación de los genes encargados de producir la muerte celular programa de las células que estaban destinadas a formar una cola. La descripción es que se observa la presencia de una cola vestigial en la zona final del sacro, a nivel cóccix. Esta cola está compuesta de tejido conectivo, músculos, vasos sanguíneos, nervios, piel, vértebras y cartílago.
  • Progeria: Alrededor de 100 casos documentados. Se estima que aparece un caso de progeria por cada 8 millones de nacimientos, aunque podría ser mayor ya que muchas veces no llega a diagnosticarse. La causa es parcialmente conocida. La mayoría de los casos de progeria se producen por mutaciones de herencia autonómica dominante en el gen LMNA. Este gen participa en el mantenimiento de la estabilidad nuclear y la organización de la cromatina. También podría intervenir en la regulación de la expresión genética, la síntesis y reparación del ADN.
Los individuos con progeria envejecen muy rápidamente desde la niñez. Al nacimiento tienen una apariencia totalmente normal pero van creciendo cada vez más lentamente que los otros niños y desarrollan una expresión facial muy característica. Pierden el pelo, adquieren arrugas y padecen un daño severo de las arterias (aterosclerosis) que les lleva a la muerte en los primeros años de la adolescencia.


Daniel Ruiz Villa.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Ansiedad en niños

La ansiedad es una emoción normal. Todos la hemos sentido y nos ayuda a afrontar situaciones de tensión en la vida. La ansiedad mejora nuestro comportamiento en esas circunstancias y contribuye a que las superemos. Pero hay ocasiones en que el nivel de ansiedad es demasiado alto, tanto en adultos como en niños. La ansiedad aparece en demasiadas situaciones e impide que los niños se las arreglen con las actividades cotidianas. Se preocupan por cosas antes de que sucedan y se sienten ansiosos acerca de su familia y amigos. A veces, su autoestima es muy baja y creen que no pueden lograr lo que se espera de ellos. Pueden tener pesadillas y problemas para dormir, dolores de cabeza y de estómago, problemas para concentrarse, dificultades para respirar, etc. 

Un ataque de pánico no es otra cosa que un ataque de ansiedad aguda. En un niño, el ataque de pánico aparece cuando el temor es extremadamente intenso. Muchas veces existe un desencadenante del ataque, pero en otras ocasiones es imposible saber lo que ha ocurrido. El niño pierde el control de sí mismo, siente un miedo muy intenso, tiembla, tiene náuseas, le cuesta respirar y empieza a hiperventilar.Normalmente, los niños optan por la retirada y empiezan a evitar personas y situaciones porque no saben cómo enfrentarse a un ataque de pánico. A veces quieren quedarse en casa y no ver a nadie, salvo a sus padres.

Lo primero que hay que hacer es reconocer el ataque de pánico. Luego puede solicitar consejo médico, para asegurarse de que no hay otro problema de salud que cause los síntomas. 

Quizá le prescriban medicación a su hijo. Los fármacos psiquiátricos en niños tienen muchos efectos secundarios y problemas generados por la retirada. Algunos se han asociado con pensamientos suicidas en jóvenes. Intente informarse todo lo que pueda sobre las medicinas que le han prescrito a su hijo para tomar una decisión con criterio. 
 
Muchos médicos creen que es mejor iniciar la intervención con psicoterapia y añadir más tarde medicación si es necesario. 

Los padres también pueden ayudar a sus hijos. Pueden enseñarles a respirar y relajarse cuando se enfrenten a determinadas situaciones de tensión. Las técnicas de respiración diafragmática pueden ser útiles para conseguir esto. 

Asimismo, los padres pueden enseñar a sus hijos a aceptar la incertidumbre, ya que es imposible eliminarla. Al mismo tiempo, la incertidumbre no debiera llevar siempre a pensamientos negativos sobre los posibles resultados de una actividad. Quizá no sea así, y siempre merece la pena intentarlo. 

Promueva la actividad física en los niños. El ejercicio reduce los niveles de ansiedad y pueden pasárselo muy bien. Quizá apuntándose a un equipo deportivo o simplemente jugando con ellos o yendo en bicicleta.Los niños necesitan dormir suficiente. Cuando están cansados, las preocupaciones parecen mayores y no tienen bastante energía para manejarlas.Y no evite las situaciones que desencadenan su ansiedad. Lo que es más, haga que sean conscientes de cuándo ellos mismos las están evitando. Las técnicas de evitación empeoran las cosas, ya que la siguiente vez que tengan que afrontar la situación, el miedo y la ansiedad serán más intensos. Lo mejor que puede hacer es ayudarles a arreglárselas con lo que genera el problema e intentar reducir el nivel de ansiedad para que, la próxima vez, se sientan menos ansiosos. 

Y haga saber a su hijo que siempre estará ahí para ayudarle a manejar su ansiedad.
Pascual Navarro Marquez